Cuando estudiamos las bases trigonométricas o nos enfrentamos a problemas cuya resolución pase por determinar ángulos, vemos que hemos de tener en cuenta que una circunferencia completa mide 360º. Este resultado, que los profesores nos repiten casi a diario, la usamos en infinitud de contextos matemáticos, por ejemplo, para el cambio de unidades (de grados a radianes y viceversa), determinar el área o el perímetro de un sector circular e incluso para hallar las raíces de un número complejo en forma polar. Pero es interesante saber de donde viene.
Para ello hemos de remontarnos hasta los tiempos de Babilonia. Los astrónomos pensaron que un año constaba de 360 días, luego una medida angular muy interesante e intuitiva era el recorrido diario del Sol alrededor de la Tierra. Esta medida a perdurado hasta nuestros días y ha trascendido de las medidas de ángulos. Pensemos en lo siguiente, nuestro reloj marca 3600 segundos a la hora, una múltiplo de 360 (360x10=3600).
Ruinas de la antigua Babilonia, fotografía de 1975. Extraida de http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f0/Babylon_ausgrabungen.jpg